sobre el capítulo

El taller de Rodrigo es el lugar donde concreta un OFICIO que surge en su cabeza, que luego transcribe en sus croqueras y que a veces termina en piezas de distinto tamaño y materialidad, en las que combina las técnicas del grabado, escultura, dibujo, modelado, incluso con elementos sonoros.

Es un laboratorio de ciencias y de arte al que se llega por una sinuosa escalera como tantas en los cerros del puerto de Valparaíso; se establecen ahí las tensiones de los materiales y las ideas, que se traducen en obras que sorprenden por la diversidad de sus mensajes.

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